En mayo publiqué una entrada en nuestro blog con el título ¿Seguiré comprometido con mi empresa cuando me incorpore?, donde hablaba de la oportunidad que nos deparaba el parón obligatorio o parcial en nuestra actividad para hacernos preguntas poderosas sobre mi situación, el sentido de mi trabajo y la naturaleza de la empresa donde alquilaba o prestaba mis servicios. A continuación, otras preguntas se dirigían a como estaba viviendo y sintiendo desde casa a mis jefes, compañeros y clientes; saber si estaba cambiando mi compromiso con mis empleadores al cambiar las circunstancias. Si se mantenían vigentes las declaraciones, el código ético y los valores firmemente enunciados en “circunstancias normales”.

En diciembre, Carmen Sánchez Silva publica en El País una crónica titulada: los directivos dejan plantada a su empresa  donde recoge opiniones de algunas consultoras especializadas en selección de ejecutivos, con coincidencia en los datos ofrecidos: 

  • Más del 70% de los ejecutivos plantea abandonar su compañía
  • Desde junio a septiembre casi se ha duplicado el volumen de búsquedas de altos cargos

Estos directivos se sienten decepcionados:

  • Por las ineficaces medidas que se adoptaron durante la Covid
  • Se les contrató para aplicar sus talentos y se les pide reestructuración y reducción en lugar de dejarles que propongan otros escenarios para reinventar la organización.
  • Porque los altos cargos mantuvieron sus dividendos y dietas en el consejo de administración, mientras sus plantillas estaban en ERTE o pasaban a un ERE.
  • Al comprobar que se ejercieron medidas de presión y control sobre las personas que trabajaban a distancia e incluso mobbing, a sus directivas.  

La investigación concluye que lo vivido ha supuesto “la prueba del algodón”; evidenciar la incoherencia entre lo que digo y lo que hago: “esta crisis ha puesto en jaque la solidez de los valores de las organizaciones”. Frustración a manos llenas.

¿Qué buscan ahora estas personas?

  • El 56% desea montárselo por su cuenta lo cual es sorprendente en plena incertidumbre
  • Huyen del mundo corporativo donde la burocracia es un factor limitante
  • Quieren autonomía, aunque ganen menos dinero.
    • Un 36% de los directivos recién incorporados se plantea abandonar la organización en periodo de prueba debido al desajuste entre lo prometido y lo encontrado, añadido a la soledad que han sentido.
    • “Seis de cada diez mencionan la cultura empresarial como una barrera para integrarse. La cultura corporativa es, se mire por donde se mire, la madre de todas las batallas”.

    Aunque también hay empresas que suspenden a sus directivos y están haciendo limpieza entre los ejecutivos que no han estado a la altura en la gestión de la covid: directores de recursos humanos o financieros que se han bloqueado sin capacidad de reacción.

    Estos datos se refieren a directivos, pero ¿Qué piensan o sienten los siguientes niveles, como jefes, mandos intermedios o técnicos?  

    Todo esto nos enseña que ante situaciones críticas, las personas responden fundamentalmente de dos formas:

    Aquellas que lo han vivido como un despertar, un darse cuenta de lo que realmente les importa y les proporciona sentido, y cuando reciben maltrato prefieren poner en riesgo su estabilidad. 

    Otras, desde posiciones de poder (la mayoría), que ante una situación nueva que se les escapa les domina el miedo, y no son capaces de enfrentarse a él, dejando sus emociones desbocadas, interviniendo mucho más que antes y disparando y amenazando a todo lo que se mueve. Personas con determinadas creencias muy arraigadas (control, desconfianza, jerarquía o estatus) que hasta ahora se encontraban encubiertas y ahora exhiben sin pudor, incapaces de reinventarse, pedir ayuda y escuchar a sus equipos. Personas en definitiva, cuyo único sentido es el cargo que ocupan y aferrarse a él, tomando consciencia que no tienen ni idea de cómo actuar fuera de la pirámide, de su jerarquía.

    ¿Se acuerdan de los entornos VUCA? ¿Cómo movernos en escenarios donde predomina la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad? Fue tendencia en los últimos años y muchos directivos se afanaron en formar a sus cuadros en este escenario para saber adaptarse y salir adelante. Pues eso.

    Es la hora de personas valientes, de las que creen en ellas mismas y en los demás, y saben aprovechar los talentos de sus equipos. Y sobre todo, tienen un propósito, quieren que su vida tenga sentido.

    Las personas olvidarán lo que dijiste, también lo que hiciste, pero nunca olvidarán como los hiciste sentir (Maya Angelou)