1. Interésate por ellas. Saluda, sonríe, pregunta.
  2. Regala la confianza y no la prestes. Delega y concede autonomía. Se sentirán más libres y responsables.
  3. Averigua cuáles son sus talentos y si los están aplicando, ofreciendo espacio para que los desarrollen. 
  4. Cuando tengas beneficios…comparte. Todas las personas han contribuido. Porque si siguen contigo es porque contribuyen, ¿verdad?
  5. Reconoce, aprecia, agradece. Sentirán que existen, que son importantes y que tú, lo sabes. Recuerda que no se gestionan personas; nos ocupamos de ellas.
  6. Informa y comunica. Que sepan todo lo que necesitan y no se enteren por fuera. Están dentro. Tienen derecho a saberlo.
  7. Enseña, forma, transmite. No te guardes nada. No tengas complejos. Sé generoso. Pásalo.
  8. Concede oportunidades a todas las personas sin distinciones, y recuerda que no todas desean promocionar. Muchas quieren cambiar de actividad, formarse, disponer de tiempo personal o llevar a cabo actividades complementarias en la organización.
  9. Da ejemplo. No pidas nada que no practiques. Estás para servir.
  10. Y escucha. Sincera e intensamente. No hay nada más valioso que sentirse escuchado.

Antonio Ángel Pérez Ballester

Facilitador en procesos de cambio con personas y en organizaciones[/fusion_text]